¡Una preboda así me carga las pilas! Cada vez me gusta más improvisar! Tony nos llevó al muelle, sin un sitio claro, íbamos parando donde nos apetecía… o nos dejaban. Hacer una sesión de este tipo con una pareja que no te dice que no a nada ¡es una gozada! Trepamos, saltamos, nos ensuciamos hasta las cejas… pero sobre todo, nos reímos mucho! Gracias por dejarme compartirlas chicos, un abrazo!!